Los riñones sanos evitan la acumulación de toxinas y el exceso de líquidos en el organismo y equilibran las sales y los minerales en la sangre, como el calcio, fósforo, sodio y potasio. Los riñones también producen hormonas que ayudan a controlar la presión arterial, contribuyen a la producción de glóbulos rojos y mantienen los huesos fuertes.
La enfermedad renal en etapa avanzada significa que los riñones ya no funcionan lo suficientemente bien. Se dice que una persona tiene enfermedad renal crónica avanzada cuando la tasa de filtración de sus riñones (tasa de filtración glomerular) disminuye a menos de 15 ml/min
Las personas tienen dos riñones que filtran la sangre, eliminando los desechos y el exceso de agua para producir orina
La hipertensión daña los vasos sanguíneos más pequeños de los riñones, impidiendo que el filtrado del riñón funcione correctamente.
Si la diabetes no se controla de forma adecuada, el azúcar se acumula en la sangre, reduciendo la capacidad de filtrado de los riñones. Es muy frecuente que un paciente presente hipertensión arterial y diabetes, por lo que el daño sobre los riñones se incrementa.
El control adecuado de la hipertensión arterial y la diabetes retrasa la progresión de la enfermedad renal crónica y disminuye el riesgo cardiovascular.
Se diagnostica mediante una muestra de sangre que determina los niveles de creatinina, la cual es la principal toxina que eliminan nuestros riñones.
Además se realizan análisis de la orina para conocer exactamente la cantidad y la calidad de orina que se elimina.
Con estos resultados se calcula el porcentaje global de funcionamiento de los riñones (Tasa de Filtrado Glomerular) que va a determinar el grado de su Enfermedad Renal.
Para reemplazar la función renal perdida, el paciente puede elegir a una de tres opciones de tratamiento:
— Hemodiálisis
— Diálisis Peritoneal
— Trasplante de riñón
Se deben hacer preguntas y tomar notas durante las consultas médicas. Cuanto más sepa el paciente sobre qué esperar, mejor podrá prepararse y hacerse cargo de su tratamiento
La terapia de reemplazo renal es un procedimiento que se utiliza para hacer parte de la función de los riñones.
Existen dos modalidades: Hemodiálisis y Diálisis Peritoneal
Es un tratamiento para la insuficiencia renal que utiliza el revestimiento del abdomen o vientre del paciente (peritoneo) para filtrar la sangre dentro del organismo.
Mediante una cirugía ambulatoria, el cirujano coloca un tubo blando, llamado catéter, en el abdomen. La solución de diálisis fluye desde una bolsa a través del catéter hasta el abdomen. La solución de diálisis absorbe las toxinas y el exceso de líquido del organismo. Cuando la bolsa se vacía, se desconecta el catéter de la bolsa.
El paciente puede elegir la diálisis que se ajusta mejor a su vida
Una máquina hace los intercambios mientras el paciente duerme. La máquina, llamada cicladora, llena y vacía el abdomen de tres a cinco veces durante la noche. Por la mañana, el paciente se desconecta y puede llevar a cabo sus actividades normales.
No requiere máquina, los intercambios se hacen manualmente durante el día. Cada intercambio toma alrededor de 30 y 40 minutos, se mantiene la solución en el abdomen durante 4 a 6 horas. El paciente cambia la solución al menos cuatro veces al día.
Durante la hemodiálisis, se bombea la sangre a través de un filtro conocido como dializador, fuera del organismo. Al comienzo de un tratamiento de hemodiálisis, una enfermera o un técnico de diálisis colocará dos agujas en el brazo del paciente.
Este tratamiento se lleva a cabo en una clínica u hospital durante un lapso de 4 horas, tres veces por semana.
El paciente debe trabajar con su equipo de atención médica y su familia para considerar sus opciones y elegir un tratamiento que sea el más adecuado para él
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